¿Qué le pasa a Destiny 2?
La caída de los Guardianes
Hace tres años, en este mismo blog, escribí sobre Destiny.
En aquella ocasión lo hice de forma agresiva, crítica y muy exigente. Comenté
los problemas de la conexión obligatoria, los defectos de su campaña de
promoción y, sobre todo, el mal endémico que fue su política de expansiones y
pase de temporada. Un año después de aquella entrada, compré el juego, aprovechando
una apetecible rebaja de Black Friday.
Hace dos años escribí mi análisis sobre Destiny. En aquella
review (la última que publiqué como “profesional”, por cierto) me dediqué a
contar las virtudes de aquella experiencia. Y el uso de la palabra “experiencia”
no es una casualidad, es que Destiny únicamente se puede comprender si te dejas
seducir por su viaje. Es imposible, o hartamente difícil, explicarle a una
persona que nunca ha tocado Destiny QUÉ es Destiny. Yo, en vez de escribirlo,
puedo mostrarlo en vídeo.
Lo que acabáis de ver es uno de los cientos de montajes que
mis amigos (familia, prácticamente) y yo hicimos durante esos dos años en
Destiny. Dos años en los que evolucionamos en detalles como el trabajo en
equipo, la comprensión de situaciones difíciles, el humor (aunque con reservas,
que conste, que el humor era malísimo) y, sobre todo, el espíritu de
superación. Destiny era un videojuego que tenía alma, que respiraba un ambiente
de epicidad por los cuatro costados. Ningún modo de juego superará la
experiencia de Las Pruebas de Osiris, con su toque de competitivo y ese sabor a
Champions League que tenía. Pero toda experiencia tiene un final, y en nuestro
caso llegó con el anuncio de la secuela. ¿Qué podría salir mal, ¿no? Misma
compañía desarrolladora, experiencia previa en el sector de juegos Online y
nosotros mismos, como comunidad, decidimos dar el salto juntos hacia esa
secuela.
Hace casi tres meses que salió Destiny 2. Por la Torre
apenas se ven Guardianes. Por Las Pruebas apenas se ven retos y jugadores. ¿Qué
le pasa a Destiny 2?
La Experiencia Previa Olvidada
El primer problema que tiene Destiny 2 es que parece que el “2”
de su nombre no existe. Es como si, aun habiendo mantenido a Bungie como
desarrolladora, el mayor peso del desarrollo se hubiese encargado a una empresa
que nunca tocó Destiny 1. Este punto es conflictivo, porque si preguntas a los
jugadores, probablemente te dirán que, en muchos puntos, Destiny 2 supera con
creces a la primera entrega. Sin embargo, por el camino, se han olvidado de
darle vida a su creación.
Es como si el Doctor Frankenstein se hubiese preocupado por
mejorar mucho a su criatura. Un lavado de cara, una complexión adecuada, que
camine bien, sin tropezar, que pueda hablar fluidamente…y sin embargo se olvidó
de lo más importante: darle alma. Destiny 2 tiene el mismo problema, Bungie se
ha preocupado tanto en pulir sus fallos jugables (balanceo de clases, de armas,
de granadas) que por el camino se olvidó de volver a poner aquello que les hizo
verdaderamente grandes, el alma del juego, el elemento por el cual la Comunidad
de jugadores aguantó y esperó pacientemente.
No nos engañemos, Destiny 2 es un buen juego, sí, pero sin
contenido. Por alguna razón que desconocemos, Bungie creyó que, con 5 asaltos,
una Raid y Las Pruebas de los 9 la Comunidad aguantaría 6-7 meses. Sin embargo,
el principal problema de Destiny 2 es que todas esas actividades…no tienen
recompensas apetecibles.
Porque, seamos claros, Destiny vive completamente del loteo.
Si tuviésemos que buscar una razón por la que muchos invertimos 400 horas en la
primera entrega, seguramente diríamos que la mitad se nos fueron buscando un
arma determinada que se conseguía haciendo una actividad determinada. Ese matiz
ha desaparecido en la secuela, porque la inmensa mayoría de armas se consiguen
entregando los dichosos “Tokens” de turno. Esto se traduce en que hay una
desgana generalizada para hacer los Asaltos y los Ocasos, puesto que no hay una
recompensa que te motive a repetir el ciclo cada semana con el reinicio. A todo
esto, tenemos que sumarle el problema de Las Pruebas de los 9. ¿Qué problema?
Pues que están muy bien, pero…no son Osiris
¿Por qué quitaron Las Pruebas de Osiris?
Esta pregunta nos la hacemos todos los compradores de
Destiny 2 cada semana. ¿Por qué quitar el modo de juego que te mantuvo el juego
vivo durante los últimos 9 meses? Seguramente, y espero no equivocarme, lo que
Bungie ha intentado es guardar Osiris para los próximos meses del juego, y así
introducirlo a mitad de Año 1 para devolverle vida y Hype al juego. El problema
es que, a este paso, Destiny 2 no va a sobrevivir ni a sus primeros 5 meses de
vida.
Las Pruebas de los 9 no están mal, os lo prometo, no dejan
de ser una especie Pruebas de Osiris, pero con dos modos de juego distintos a
eliminación. El problema no viene tanto por la parte de diseño de Las Pruebas,
sino por el sistema de Matchmaking y el loteo, una vez más.
Una de las cosas que hizo grandes a Las Pruebas de Osiris
fue que uno se sentía dentro de un torneo internacional de Destiny. Al tener
que ganar 7 partidas seguidas para llegar al Faro, la presión era constante y,
lo más importante, PROGRESIVA. Cada victoria que conseguías eliminaba a
posibles rivales, y cuanto más avanzado tenías el Pase, más difíciles eran los
rivales. Lo más habitual era que llegados a la última partida los dos equipos
se estuviesen jugando la gloria. Solo podía ganar uno, solo triunfaba uno, y el
otro…pa Arrecife, compañero.
En Las Pruebas de los 9 se pierde esa sensación. La idea de
un Matchmaking que no tenga en cuenta el Pase solo consigue una cosa: que las
partidas pierdan en tensión. Quizás la primera partida sea contra un equipazo
que está en su última partida, y probablemente tu última partida sea contra
unos pobres desgraciados que llevan una racha de 7 derrotas. ¿Así cómo
pretenden conseguir una verdadera sensación de PRUEBAS? El propio significado
de las Pruebas se supone que era reclutar a los mejores Guardianes, pero con
este sistema es imposible tener algo de emoción.
Pero esto no es demasiado grave comparado con el segundo
problema: el sistema de recompensas. La premisa de todo torneo es recompensar
bien el esfuerzo, y así era en Destiny 1, sin embargo, en Los 9 falla por los
cuatro costados. Falla la zona social, que debería haber sido únicamente
accesible para los ganadores, falla, de nuevo, el sistema de Tokens (repetitivo
e inútil a las dos semanas) y falla, sobre todo, las supuestas mejores
recompensas por ganar 7 partidas seguidas. Un arma, a elegir por ti, lo que
significa que en tres semanas o tres pases has conseguido todo. Y claro,
tengamos en cuenta que han eliminado el sistema de Perks aleatorias, por lo que
todas las armas y todas las armaduras son idénticas entre sí. Esto solo se
traduce en una cosa, y es que pasado el primer mes de juego ya no tendrá
sentido querer jugar por las recompensas. ¿Por qué jugarías entonces? ¿Para
demostrar que eres el mejor? Bueno, sería lo suyo si el sistema de progreso de
Las Pruebas de los 9 no fuese al azar, y realmente ganases a los mejores
conforme vas avanzando. Con el sistema actual solo demuestras que juegas y
ganas, punto, pero 18 Espiras no son lo mismo que 18 Faros. Ni en broma,
amigos.
El futuro se nos antoja complicado
Todas estas cosas las supimos y las comprendimos en cuanto
pasó el primer mes de juego. Pero la Comunidad Destinera somos gente positiva,
paciente, y teníamos la esperanza de que Bungie tuviese un as bajo la manga y
que con el primer DLC del próximo 5 de diciembre volviesen a retomar la senda
de los buenos Guardianes. Sin embargo…nuestro gozo en un pozo, por desgracia.
El 5 de diciembre, pese a que la expansión se llame La
Maldición de Osiris, no volverán Las Pruebas de Osiris. Esto quiere decir que
estaremos mínimo otros dos meses teniendo que tirar que Los 9, y os aseguro que
la inmensa mayoría de jugadores ya se han cansado de esas Pruebas. Por si fuese
poco, tampoco saldrá una nueva Raid, por lo que el lado PVE se queda sin
novedades sustanciales, únicamente habrá un nuevo asalto (solo uno, sí) y por
regla de tres, un nuevo Ocaso. Además, y esto es lo único que justifica el DLC,
habrá una nueva historia de campaña, que tiene muy buena pinta. El problema es
que seguramente durará unas 4-5 horas y ya está, por lo que no es contenido
para mantener vivo el juego hasta la próxima expansión. Y este anuncio es lo
que está matando definitivamente a Destiny 2. Los fans se están yendo,
youtubers que antaño defendían a capa y espada al juego ahora están poniendo el
grito en el cielo, otros están destapando polémicas como el limitador de
experiencia para incitarte a usar los Micropagos… Destiny ahora mismo está al
borde del precipicio, y no parece que esta expansión tenga el contenido
suficiente para darle la vuelta a esta complicada situación. Hay algún que otro
signo de esperanza, como que hayan anunciado un Update que reconfigure el
sistema de loteo de armas, pero por desgracia esto llega tarde, puesto que
todos tenemos la mayoría de armas guardadas en el baúl. Además, ¿quién quiere
armas teniendo la todopoderosa Mida?
¿Qué podría salvar esta crisis?
Bungie está en esta situación porque ellos han querido, que
conste. El tema era tan sencillo como aplicar lo aprendido en Destiny 1,
introducir mejoras jugables e ir suministrando contenido poco a poco. Sin
embargo, ellos solo han metido las mejores, han olvidado lo aprendido y el
contenido brilla por su ausencia. A corto plazo, lo único que puede salvar
ahora mismo Destiny es son Las Pruebas de Osiris. No les cuesta nada
desarrollarlas (tienen la base en Las Pruebas de los 9), la gente las está
pidiendo y con ellas ganarías dos meses más de tiempo. Pero Osiris es eso, una
solución a tiempo parcial, porque la crisis de Destiny 2 es más profunda que un
solo modo de juego.
Destiny 2 necesita un plan de actualizaciones progresivas
que le cambie la cara completamente. Necesita, para empezar, un regreso de las
Perks aleatorias para multiplicar la sensación de existencia de armas en el
juego. Necesita un balanceo importante en las armas, sobre todo para incitar al
uso de otros exploradores que no sea la MIDA, y esto podría ocurrir si se
deciden a retomar la importancia de los cañones de mano. Necesita crear 9-10
armas nuevas y distribuirlas por las distintas actividades del juego, para
obligarte y motivarte a hacer Asaltos, Ocasos, Patrullas y la Raid en Experto. Y,
sobre todo, hay una cosa que salvaría Destiny 2: el regreso de los
francotiradores.
Muchísimos usuarios de Destiny 1 disfrutábamos jugando con
francotirador, esa sensación de duelo desde la distancia, ese placer al
conseguir un headshot, al evitar una reanimación…eso se ha perdido. No conozco
un shooter en el que los francotiradores estén tan menospreciados como Destiny
2, en serio, y este detalle, que a priori parece una tontería, es esencial para
traer de vuelta a aquellos jugadores que sentían dioses en Destiny 1. No hablo
de traer de vuelta las escopetas y los fusiones, porque estos matan
prácticamente solos, pero no entiendo por qué un francotirador no puede ser un
arma secundaria cuando para matar de un solo disparo debes de ser bastante
bueno. Sin embargo, para matar con MIDA basta con tener otro compañero
campeando contigo con esa misma arma y, ale, adiós enemigo. No tiene ningún
sentido, de verdad, y el regreso de los francotiradores revitalizaría el juego
bastante.
En fin, Guardianes…hace tres años critiqué Destiny. Hace dos
años compré Destiny. Hace un año amaba a Destiny. Espero, de corazón, poder
escribir dentro de unos meses que la mejor experiencia Online de mi vida ha
regresado, aunque el futuro es bastante negro….
Israel Santiago