miércoles, 6 de enero de 2016

REVIEW- Destiny






Ave María GOTY  Purísima.

Sin Dlc´s concebida

Perdóname Padre, porque he pecado

Cuéntame, hijo mío

Padre, he roto el vigésimo mandamiento Gamer

Dios… ¿has actuado en contra de tus principios publicados en la Red?

Así es, Padre. Hace un año publiqué en un Blog que llevo con unos amigos que odiaba Destiny. Critiqué su conexión obligatoria, dije que nunca lo compraría…y ahora…ahora…

No llores, hijo mío. Piensa que hay gente que ha pagado 120 euros por Battlefront…sigue…
Ahora estoy enganchado, Padre. Desayuno y pienso en Destiny. Al almorzar veo la Coca-Cola como un Engrama, al echarme la siesta cumplo mi contrato como Andaluz…incluso mientras tengo encuentros sexuales con mi señora pienso en Destiny, pues pienso en activar mi Super y…

Hijo, al grano

Perdone, Padre. Vengo que a me perdone y me ayude a avanzar.

Por supuesto, hijo, avanzar en la vida siempre debe de ser la mayor de nuestras metas y…

No, Padre, déjese de vida leches. Me refiero a avanzar en una Incursión en la que estoy atrapado. Necesito que me perdone, que se una a mi escuadra y colabore, coño

Oh…Dios mío…qué hemos hecho mal….

Pues así es, amigos míos. Estáis probablemente ante el tío con menos criterio después del diseñador del mando de Nintendo 64. Yo hace un año me hacía el duro poniendo a parir a Destiny, diciéndoles a los amigos que se lo pillaban que estaban haciendo el parguelas y que yo jamás cedería ante las imposiciones de Bungie por su conexión obligatoria. Sin embargo, hoy, un año después,  me encuentro en un estado de enganchamiento tan preocupante que obligo a mis padres a llamarme Guardián. ¿Por qué este cambio tan repentino? ¿Es tan jodidamente bueno este juego? ¿Estaba yo tan equivocado en su día?




EL “ALGO”
Pues mirad, no tengo ni idea. Si me preguntas si Destiny es un mal juego te digo que no. Si me preguntas si es un juegazo, tampoco puedo decirte que sí. Pero tiene “algo”. ¡Ay, ese “algo”, señores!  Mira           que llevaba tiempo yo sin usar ese “algo” en una review. Destiny tiene defectos nada más empezar por culpa de esa dichosa conexión obligatoria. ¡Pero vamos a ver! Ni que todos tuviésemos Wifi en cada vivienda o en cada jodida habitación. Para jugar Online no te digo yo que sea algo lógico, pero si un día, por avatares de James Cameron de la vida, no me apetece jugar Online porque no tengo Wifi, porque mi padre está viendo una serie de forma “dudosamente legal” o porque mi hermano esté jugando a otra cosa en su ordenador…¡¡¿¿¿¿NO PUEDO JUGAR A DESTINY, BUNGIE!!!??? Pues no, parece que no.
Así que si quieres pillarte este juego ten en cuenta que tienes que estar más conectado que un mando de Wii U a su cargador (mira que le dura poco la batería al bicho), porque de lo contrario no podrás jugar como es debido.
Dejando de lado impedimentos ajenos, la otra pregunta clave es… ¿Destiny es un buen juego? A ver, sí y no.  Destiny tiene una campaña que viene a ser lo más parecido a un chiste de Chiquito de la Calzada en un videojuego: La cosa va avanzando, tú no te enteras ni de la mitad pero sigues jugando, a la mitad hay un giro que dices “eh eh eh, ya lo voy pillando”, pero es mentira porque la cosa se acaba, tú no te has enterado de nada y por compromiso te ríes, porque es Chiquito de la Bungie”. Así que si eres amante incondicional de una buena campaña, no te esperes la Panacea ni la Cola de Fenix en este juego, porque todo consiste en ir a un planeta, barrer la zona de enemigos, y a otra cosa mariposa. Pero entonces… ¿dónde demonios está la gracia? Pues, amigo mío, en eso que soléis llamar “farmeo”.

Y es que la clave está en que la Campaña de Destiny, su historia, no es la que se narra en cinemáticas o en misiones. La Historia está en tu Guardián, en tu nivel, en ser el mejor. Si, ya, a ver, la premisa tiene todas las papeletas para ser un argumento de Pokemon, pero la cosa es adictiva. Cada misión, cada combate contra un enemigo, tiene su recompensa. Experiencia, objetos, armaduras, contratos cumplidos con distintas facciones…el caso es que en Destiny todo se repite, pero esa repetición mola, más que nada porque tienes la sensación de que lo que estás haciendo va a repercutir en que los demás te admiren. Cumplir 20 contratos te dará un arma, que te subirá tu Luz y…espera…no os estáis enterando de nada, ¿verdad?  Claro, yo aquí hablando como si fueseis expertos en el juego y en realidad no tenéis por qué saber nada.



EL ETERNO BUCLE DE LA ADICCIÓN

Sentaros, porque voy a resumiros, así a bote pronto, un día en Destiny. Te conectas y vas a la Torre, la zona social dónde se reúnen todos los jugadores a  modo de World Of Warcraft. En esta Torre tenemos varias cosas que recoger, pero pocas que hacer. Aquí juramos lealtad a alguna facción, cada cual con sus armas y recompensas propias, aquí cogemos contratos que luego cumpliremos o en la campaña (mata a X enemigos sin morir, o con X arma…) o en el modo Online/Crisol (Juega a X modo, mata a tantos enemigos con X arma…otra vez, si…). Pues bien, llegas, pillas contratos como si esto fuese el Real Madrid con sus entrenadores y sales a la Órbita.
Ya en el espacio exterior, decides a dónde demonios quieres ir. Teniendo en cuenta que hablo de la Edición Legendaria de este juego, hay MUCHO donde elegir. Entiendo que la versión original del juego tenía menos contenido que la Carta de Pablo Iglesias a los Reyes Magos, pero eso se ha arreglado con las sucesivas expansiones. Ahora hay más planetas, más zonas, más incursiones, más modos de Crisol…más de todo, vaya. La temática en la Campaña sieeeeempre será la misma, y lo único que cambiará serán sus increíbles y bellos escenarios, con un diseño artístico de los que quitan el hipo. En Crisol, tenemos modos como Disputa (todos contra todos), Rescate (capturar una sonda y defenderla), Grieta…paso de explicarlos porque para eso están los manuales de instr… ¡mierda, que ya no hay manuales en las cajas! Bueno, pues leed una review profesional, porque yo no voy a explicar tooooooodo el juego, solo quiero transmitiros la sensación que yo tengo con el mismo.
Esta sensación se reduce a: la esencia en si misma del juego es un bucle de repetición constante de cumplimiento de contratos para lograr mejor equipo…pero esa esencia es reconfortante. De alguna manera, Bungie siempre se las arregla para soltarte un nuevo objeto que te obliga a reestructurar tu equipo, o te mete un nuevo evento que te mantiene pegado semanas al mando gracias a sus jugosas recompensas (bendito Osiris), o carreras de motos (algo sosas, todo hay que decirlo…). Destiny es una actividad constante y siempre mantiene vivo su mundo gracias a su perfecta unión entre campaña y Online…aunque he de ponerle una peguita a este. ¿Tenéis amigos?




CÓMPRATE UN AMIGO

La diferencia entre amar Destiny y aburrirse con Destiny es simple: Tener amigos. Que si, mamá, que los amigos se hacen en la calle, muy bien, pero también te vienen bien en Destiny. Las mejores cosas de este juego te OBLIGAN a tener una escuadra, y una escuadra te obliga a tener amigos. MUCHOS, joder. Una incursión, para que salga bien, requiere de 6 amigos que puedan cuadras sus horarios para poder cumplir la misión. Esto, que de primeras suena a defecto y hándicap, a la larga se convierte en la esencia de su diversión. La comunicación por Micrófono resulta esencial, y las risas y momentazos que se viven con los colegas en una incursión o en modos con tanta tensión como Las Pruebas de Osiris no tienen precio. Ese es el “algo” del que os hablaba al inicio. Yo entiendo y comprendo perfectamente a quien dice que Destiny es repetivo. Lo es, sin duda, pero cuando yo me divierto no me importa que la diversión sea repetida. Yo no le pido a Destiny lo mismo que le pido, por ejemplo, a Metal Gear o a Halo. Destiny es, desde su mera concepción, un juego social, un juego de amigos y entre amigos, y de este modo uno no piensa tanto en la repetitividad. Podría llenar esta review de críticas a la campaña por su monotonía, su historia y su narratividad, pero es que esta no busca ser protagonista, sino contexto del juego, algo que sin duda puede chocar con los principios que tenemos dentro del género.



DESCONEXÍON DE VIDA OBLIGATORIA 

Así que…¡esta es la review! Si, venga, si ya lo sé, poco ha tenido de review, pero es que la típica review de pormenorizar cada apartado técnico ya empieza a aburrirme. Si fuese otro juego, lo haría sin duda, pero en este me resulta difícil hacerlo. Porque vale, la banda sonora mola, está doblado, la duración es eterna, los gráficos impresionan, la jugabilidad es cómoda y variada según el personaje… ¡pero eso lo podéis leer en Hobbyconsolas o cualquier otro medio! Yo solo escribo esto para deciros, hermanos, que pese a los prejuicios que tengáis con este juego, tenéis que darle una oportunidad. ¡OJO!, sobre todo si tenéis amigos que lo tienen. Para una sola persona, jugarlo solo, este juego es una basura, te aburrirás a las dos semanas y no verás alicientes en continuar. Pero si tenéis amigos…ayyyyy, si tenéis dos o tres amigos que lo tienen ya estáis tardando, porque una vez entras en su círculo vicioso de “entro, pillo contrato, lo cumplo, me dan un arma mejor, la equipo, la pruebo en crisol, me mola, la infundo, me dan otra, subo mi luz, veo a un rival con el doble, me pico aaahhhh” NO PODRÁ SALIR.
Destiny te obliga a tener conexión obligatoria a Internet, y yo lo critiqué y lo critico. Pero eso no era lo peor. Lo peor es que te obliga a tener una desconexión de tu vida social para exprimirlo, y eso…eso me duele.




4/5