Mariano Rajoy se encontraba frente a la puerta del local más famoso y al mismo tiempo evitado de toda la ciudad, el último lugar que le quedaba por visitar y él único que no había admitido la subida del IVA. Había mandado a varios mensajeros pero estos nunca regresaban por lo que esa noche agarró su abrigo, se puso su bufanda y se dirigió al establecimiento Devil May Cry.
Al abrir la puerta se encontró con un ambiente
lúgubre, triste, decaído, gris, olía a sangre y la humedad era insoportable. En
el centro de la sala había una mesa rectangular con un teléfono verde y una
lámpara con forma de Ángel. Sentado en su silla se encontraba el famoso cazademonios,
Dante Sparda, entre sombras y escuchando algo de música a través de sus
auriculares.
<<Oiga, mire ushte shenor Shparda, vengo para
hablarle de un ashunto importante…>>
La figura de la mesa hizo ademan de levantarse, pero en
realidad puso sus piernas sobre la mesa y sus brazos en la nuca y comenzó a
silbar una conocida canción que a Mariano le sonaba pero que no supo
identificar.
<<En Sherio, Ssshhheñor Sparda, la coshha está mu
mál, tiene que asshhumir losh gashh….>>
<<Shhhh, cállese ya Eduardo Manostijeras, me está
interrumpiendo el concierto>>
Dante se incorporó haciendo crujir la silla de madera y
encendió la lámpara. La imagen que apareció traumatizó a Rajoy de por vida y le
“recortó” su esperanza de vida.
Un Dante casi negro, con pelos largos y rizados
apareció frente a él. Tenía cadenas de oro en el cuello y una gorra ladeada de
color rosa, camisa blanca de tirantes y pantalones desgastados que dejaban ver
sus calzoncillos blancos (en otro tiempo) y muy oscuros (en el presente).
<<Pero Sheñor Dante…¿Qué le ha pasado?>>
<<Cambio de imagen, premoh>>
<<¿Qué le pasha en la boca?>>
<<Ná, no me paza ná hombre, que fui el otro día pa
las oficinas de mis creaores, ¿saaabes?, y me dijeron los mu cipollos que tenia
que cambiar de imagen ¿sabess? Y yo les dije “No ni pollas ni ná, yo quiero ser
el de siempre”, pero no me dejaron y me pusieron así, to cani y reshulon. Y
hoy, que es el día de Andalucía pues me he cambiao de imagen pa la secuela del
Deví Mai Crai este y me he hecho un andaluz de a pie. >>
<<No entiendo que eshta ocurriendo, mire
ushté…>>
<<Ni falta que hace quillo, tu has venio a
recortarme cual Di María a Puyol y yo te digo pollica que yo no pago mas IVA,
porque cuando tu “ibas” a la escuela yo ya venia del infierno, ¿abesss? Así que
déjate de poooollas y vuélvete a tu casica compae, que tu aquí ni pinchas ni
recortas>>
<<Sheñor Dante, venia para otro cosha
también…>>
<<Que te vayas a la mierda un ratico peeesaoo, que
no te voy a ayudar en ná. Ahora vete y déjame escuchar mi canción>>
“Er” Dante dio la espalda a Shu Mariano Vacilón mientras
cantaba “Soyyy Demonio y vengo yo a tu entierro a partirme la camisaaaa…” Rajoy
abandonó el local trastornado y solo pudo decir:
<<"It’s very difficult…todo eshto"
Perdonar la absurda introducción, pero al ser el día
de mí Comunidad Autónoma (aunque lo de autónoma ya va perdiendo su realidad)
tenía que meter de alguna forma el tema andaluz en la review. Pero no os
asustéis, Dante no es andaluz en este DMC, aunque tiene unas pintas que podría
parecerlo, pero si es cierto que el tema que más polémica ha causado en este
juego es ese cambio de imagen
tan discutido. Para gustos los colores, siempre, pero yo soy de
la corriente de los positivos frente a
este cambio, a mí me ha parecido correcto, moderno
y le sienta de fábula. Además, está justificado y apenas nos fijamos en
este detalle después de las primeras horas.
Ahora bien, los cambios no se limitan únicamente a la imagen de Dante,
pues hay otras novedades que hacen de este Devil May Cry un renacimiento de la
saga (reboot para los cultos) y que pueden gustar o disgustar según la persona.
Mi objetivo es contaros qué ha cambiado, si lo han hecho bien y destripar sus
virtudes y defectos, para que así vosotros tengáis claro si os vale la pena o
no haceros con este juego. Así que, sin más dilación, empeshamos
¿ME LLEVAN LOS DEMONIOS?
Dejando de lado la imagen de este Dante rejuvenecido y sin
pelo plateado, los cambios en esta entrega son numerosos. Para empezar se le ha
dado una especial
importancia a las escenas cinemáticas y al argumento. A ver, no
es que los anteriores fuesen simples y sin historia, pero en este DMC se
intenta profundizar en la “humanidad” de Dante, en su origen, y la verdad es
que se cuentan cosas muy interesantes. Ya sabéis que no soy de contar
argumentos y tampoco lo voy a hacer aquí, pero solo decir que tiene una historia muy entretenida al principio, con giros y guiños
que se agradecen, pero que al final resulta un poco simple y obvio todo, sin
tener una gran sorpresa que remate el conjunto. Como he dicho, hay muchas
cinemáticas que nos meten en contexto en cada capítulo y que están generadas con el motor del juego, así que tienen un
buen nivel.
Y en estas “Intros” nos encontramos con la otra
novedad, el doblaje al
Castellano, muy cuidado (aunque de vez en cuando hay
desincronización con los labios), aunque yo prefiero las voces originales, pero esto ya es manía de cada uno,
porque en español están muy bien localizadas y no tenemos queja ninguna.
Ya hablando de Sonido, la música
es la típica de la saga, en este apartado las cosas no
han cambiado mucho. No soy un fan de este tipo de música, pero he de decir que
esta banda sonora es la que más me ha gustado
de toda la saga, con temas pegadizos (sobre todo el de los
combates) y que incluso busqué después de acabármelo para seguir escuchándolos.
¡Quién diría que soy flamenco, oye! Por lo demás, el sonido tampoco es que
destaque mucho en el resto de apartados, espadas por aquí y disparos por allá,
solo hay que destacar el doblaje y la música.
DANTE TAMBIÉN ESTÁ EN EL LIMBO
Entremos en materia (Isra se cruje las manos). Gráficamente este Devil May Cry tiene luces y sombras.
He dicho que las cinemáticas están de lujo, lo mantengo, y los personajes
están muy bien logrados y cuentan con una
expresividad correcta. Además, el personaje se controla
bien…pero tiene defectos el apartado gráfico. Empezando por los
enemigos, muy poco variados (me
hace gracia que se presente con su nombre cuando aparece algún enemigo nuevo…y
resulta que es el mismo de antes pero con escudo o sin él), aunque esto ha sido
casi siempre así en la saga, aunque debo destacar a los enemigos finales, cuyos combates son lo más divertido del
juego y que si están perfectamente realizados, de gran tamaño algunos y muy originales
otros. No os digo más para que os
sorprendáis.
El otro defecto llega con los escenarios. Personalmente, a mí los escenarios en el
limbo me resultan monótonos y simples a mas no poder. Además, apenas podemos
interactuar con el escenario (a lo sumo abrir caminos
alternativos, que ya os contaré, o destruir farolas y contenedores para lograr
gemas…) y quedan muy lejos
de esas catedrales góticas del primer DMC o de cualquier escenario de
Bayonneta, por ejemplo. Eso
sí, esto pasa con los escenarios del Limbo, que son el 90% del juego, pero hay
de vez en cuando algún escenario que si deja con la boca abierta por su nivel
de espectacularidad.
Pero un momento… ¿Qué es esto del
Limbo? Pues otra
novedad en la saga (y elemento original del argumento), porque mientras los
humanos viven en la realidad, Dante se mueve por el Limbo, que es donde
luchamos contra los demonios. En el Limbo los objetos se deforman, el jefe
final (no voy a decir el nombre…pero lo sabréis) nos manda mensajitos
introducidos dentro de los propios escenarios e incluso ¡el propio escenario puede ser un enemigo! Ya que nos
intenta aplastar o nos pone difícil el avanzar moviendo las plataformas. Así que, igual que digo que no
me gusta estéticamente si tengo que reconocer que es muy original y una novedad
interesante en la saga.
Y no es la única, pues las plataformas
están a la orden del día. Normalmente en DMC se saltaba
de un lado a otro, pero no tanto como en esta entrega, donde el plataformeo es
dinámico y divertido. Además se han introducido “herramientas” que
añaden estrategia en los saltos. Como
si de un Darksiders se tratase (en paz descanse) tenemos dos estilos de (no sé
cómo llamarlo…) armas o elementos o lo que sea. Las de color azul (angelicales de toda la
vida) y Rojo (demoniacas
de siempre), pasando de otra de
forma muy simple y cómoda en nuestro mando (solo mantener pulsado un gatillo
para unas y el otro para el resto). Con la rojas
“acercamos” a los enemigos o a ciertas plataformas y con la azul nos acercamos
nosotros a ellos (a algunas plataformas que nos sirven de lanzadera). Esto hace
que los saltos sean,
como ya he dicho, rápidos y divertidos, turnando entre saltar, acercar,
balancear y demás acciones, por lo que es otro acierto dentro
de la saga.
Y ya que he empezado a hablar de “azules y rojos”,
vamos a hablar de las Armas, que no se limitan
solo a la espada. Contamos con dos tipos de armas en cada color, martillo
revienta cabezas y puños destroza cráneos en el bando de los rojos,
y decenas de
cuchillas (no de afeitar) y dos especies de guadañas en el bando azul.
Cada arma cuenta con su sistema de combos y podemos
cambiar en cualquier momento entre ellas (espada en general, una asignada al
gatillo azul y otra para el rojo) y podemos mejorarlas en las tiendas de
estatuas (clásico en la saga), aunque solo podremos mejorar el daño y comprar
dos combos más (para el suelo y para el aire). Debemos destacar también las armas de fuego, quizás el aspecto más descuidado, pues solo
tenemos tres: Las pistolas de toda la vida,
la escopeta y una especie de dardos que explotan cuando nosotros queramos.
Pocas, pero efectivas y también mejorables. Todo esto desemboca en combates rápidos, ligeros y divertidos donde podemos
combinar decenas de acciones: Tres
golpes de espada, acercar a un enemigo, lanzarlo al aire y disparar con
pistolas para caer con martillo…todo eso. Pero hay un defecto en los combates
(aparte de la poca variedad de enemigos), y es la transformación de
Dante en el nuevo modo Devil Trigger, donde lanzas a los enemigos al aire y
regeneras salud. Lo
malo es que al tirarlos al aire pierdes mucho tiempo saltando tú y golpeando,
por lo que lo acabas usando para parar el tiempo y curarte automáticamente más
que para hacer más daño.
COSAS QUE HACER EN DENVER CUANDO ESTAS MUERTO…
He mencionado las tiendas de compra/mejora, pero no he
dicho que son uno de los defectos del
juego. Como sabéis, en la saga siempre se han
recolectado gemas de distintos colores (salud, dinero, regenerar el Trigger…).
Pues bien, siguen presentes en esta entrega, pero: Son muy evidentes de conseguir (y fáciles) y en la tienda
lo acabas gastando en mejorar armas y acciones, porque la vitalidad casi te la
regalan los enemigos cada dos por tres. Además, yo lo he jugado
en difícil y si en este modo digo que me regalaban cosas…imaginaros en
normal (además, no es para nada difícil). Esto hace que la exploración de los
escenarios no sea para encontrar gemas, sino para otras cosas. Primero, para encontrar llaves y las puertas que estas
abren, que nos llevan a una serie de desafíos (mata enemigos de este modo,
corre a la meta…) que
alargan la duración del juego. Además, no contamos con las herramientas
necesarias al inicio para explorar todo, así que debemos visitar de nuevo
viejos capítulos para lograr todas las llaves y abrir las puertas. Y luego tenemos a ciertos enemigos que se encuentran
escondidos en las paredes o en el techo (y que hacen un sonido peculiar) y que al matarlos nos dan gemas
rojas adicionales. Encontrarlos a todos también es secundario.
Esto es para alargar un poco un juego
que no es largo, en realidad es bastante corto (unas 8 horas, y eso que estaba
en difícil) y cuyos capítulos no duran más de seis o siete minutos (uno dura
dos minutos…), así que viene bien pararse y buscar estos elementos para
profundizar más.
Tenemos pues un apartado grafico
muy cuidado en casi todos los aspectos y subjetivo en cuanto a los escenarios,
que hay que reconocer que son originales y de muchos saltos (estos rápidos y
dinámicos). Una buena banda sonora con un correcto doblaje al castellano, unos
combates divertidos y amenos, con decenas de combinaciones, varias armas y
mejoras en las mismas y un argumento que empieza bien pero que se acaba
convirtiendo en previsible y obvio.
Devil May Cry es un renacer de la saga muy
interesante, con cambio de imagen acertado y novedades necesarias, pero que ha
perdido también algunos elementos que encumbraron a esta saga, como los puzzles
o la exploración de los escenarios (y sus diseños), pero que tiene suficientes
papeletas para ser el inicio de una nueva serie de entregas de esta magnífica
saga. Si hubiesen arreglado varios defectos (mas enemigos, mejor argumento y
más constante, mayor duración y exploración en los escenarios) estaríamos ante
un juego perfecto, pero en este género tiene muchos rivales que lo superan
(Bayonneta, por ejemplo, incluso God Of War, y mira que yo no soy muy fan…) y
que lo dejan en un término medio.
VEREDICTO: 3/5 <<<Buen Juego>>>
Un soplo de aire fresco a un género que en esta generación ha sido muy explotado. Combates con multitud de combos, una historia que engancha y el tremendo carisma de un Dante renovado. Una buena opción ahora que tiene un precio apetecible