Lo malo de
tomar decisiones es tener que afrontar sus consecuencias. Si escoges el camino
bueno, todo serán bondades, facilidades. Palmadas en la espalda, brindis con
champán caro, fiestas multitudinarias y mujeres a tus pies. Pero yo soy más de
tirar por el camino malo. Ese camino lleno de espinas, pastillas, cristales
rotos a tus pies, placas entregadas a tu superior cada mes y borracheras de
alto nivel para poder olvidar las penurias que he vivido y que he hecho vivir.
¿Por qué? Os preguntareis… ¿Por qué Max Payne decide ser chico malo, al margen
de lo políticamente correcto, y no decide ir a fiestas con mujeres y copas de
vino? De daros yo la respuesta, estaríamos aquí meses, y hace mucho calor como
para dedicar meses a una respuesta. Pero tan solo os diré una cosa: El chico
bueno, el de las fiestas y las mujeres, llega a su oficina, se come un buen
Donuts de chocolate y coge el New York Times, mientras en la calle cientos de
Yonkis buscan su billete de ida (¿y vuelta?) al paraíso de manos de
personas oscuras, que venden muerte y cobran billetes verdes. El chico bueno
mira a otro lado, porque su papel es comer, beber y fornicar. Ese hombre teme
mojarse los pantalones, bañarse en el fango, mancharse de sangre la camisa.
Pero el
chico malo, en este caso yo, Max Payne, llega a la oficina, se come una mierda
y bebe alcohol para matar penas, y se juega el pellejo cada tarde para pillar a
contrabandistas, chulos de putas y narcotraficantes de mierda que solo sirven para
manchar su ciudad. Yo no salgo en periódicos estrechando la mano del alcalde,
ni recibo medallas a la valentía. Yo no tengo mujeres en mi cama, ni dinero
bajo la almohada. Yo no asisto a fiestas, me encargo de que estas transcurran
sin problemas. Yo vivo en la sombra. Para mí no existe el mañana, para mí, el
mañana es consecuencia de los actos del hoy. Y hoy estoy de muy mal humor…
No tengo
problema en reconocer que Max Payne 3 era uno de mis juegos del año. Será
porque me encantaron los dos anteriores, o quizás porque al saber que los
mismos creadores de L.A Noire y GTA estaban detrás del proyecto mi ilusión
creció de manera inesperada, pero lo que es cierto es que mi… ¿Cómo lo llamais
por aquí, Hype?, pues mi “Hype” estaba al máximo con la tercera entrega de
una saga que siempre me ha gustado. Su estética, su argumento, el personaje, el
tiempo bala… todos esos elementos que hicieron de Max Payne una de las
mejores sagas de la anterior generación, por lo cual muchos han sido los años
esperando una entrega en esta generación sin final.
Claro,
aquí siempre nos asalta la misma duda: ¿Cumple realmente las
expectativas creadas? Por partes, como el Destripador, pues mi review
tiene como finalidad intentar mostrar las virtudes (muy numerosas) y los defectos
(pocos, pero importantes) de Max Payne 3. Así que, sin más dilaciones, pasemos
a la review en sí misma…
¿MUCHO SOL,
NO?
El primer
detalle que observamos es el cambio en la estética habitual de las
anteriores entregas, pues pasamos de la nieve de Nueva York al sol de
Brasil, por lo que decid adiós a la mítica gabardina de Max y saludad a las
camisas hawaianas y los bikinis estrechos. Aunque no es el único cambio con
respecto a anteriores entregas, porque las escenas cinemáticas han pasado
de ser comics en estático a ser una especie de comic en movimiento. No faltarán
varios cuadros de escena, palabras impresionadas para resaltar lo importante,
parones bruscos en un encuadre para continuar en una “viñeta” posterior… en
fin, que en RockStars han decidido coger la estética creada por Remedy y darle
un lavado de cara a... ¿mejor?
Pues es
una pregunta complicada de responder. Si bien el cambio de nieve por sol es
interesante (y justificado), las
cinemáticas no son del todo agradables a la vista. Y es que el
aspecto comic-en-movimiento estaría bien de no ser por los sucesivos
filtros que se les pasa. Me explico. Como Payne es un borracho sin solución, la
mayoría de escenas se verán de vez en cuando borrosas, con giros de cámara
bruscos, además de “mini luces de neón” que bombardean cada escena, lo cual da,
por una parte, sensación de “ser el propio Payne”, pero por otra parte acaba
por marearnos tanta lucecita y giro de cámara. Aunque claro, este
defectillo sería casi insignificante si no fuera por otro aun mayor…
LAS INCREIBLES
LETRAS MENGUANTES
Si la nota de
Max Payne 3 no es más alta es principalmente por este detalle: las letras
son más difíciles de leer que Los Pilares de La Tierra en Japonés. No sé qué
problema tienen los chicos de Rockstar con los subtítulos, pero es que son de
un tamaño taaan pequeño que habrá veces en las que no podrás enterarte de nada.
Pero eso no es todo, no contentos con poner letras del tamaño Son Gohanda, para
colmo escogen un color nada apropiado para la voz en Off de Max. Y
es que, entre que son verdes, entre el sol de Brasil, y que de vez en cuando
querremos ver algo de las escenas (qué menos, digo yo), no hay quien se entere de algunos detalles del argumento o de
algunas conversaciones. De verdad, amigos de Rockstar, sé que estáis leyendo esta review
(previo uso del traductor Google, así que el chiste de Son Gohanda a saber cómo
lo traducirán), así que por favor, poned las letras más grandes
(Helvetica, 16, a modo de consejo) y de un color más
acorde. Si supiérais la de compradores que perdéis en detalles tan tontos y
ajenos al juego en sí mismo…
BUENO, MENOS
DEFECTOS Y MAS VIRTUDES. ¡DISPARA!
Venga, que le
estoy dando muchos palos al juego y en el fondo me ha encantado. Hablemos de lo
que realmente importa en esta saga que son las escenas de acción y el
tiempo bala.
Los
tiroteos son muy abundantes y divertidos, y en ningún momento dan la
sensación de ser repetitivos o lineales, porque el uso del tiempo bala está
perfectamente implementado en los tiroteos. Podremos activarlo de forma normal
(pulsando el stick hacia dentro), ralentizando a los enemigos, pudiendo
acribillarlos a nuestro ritmo. Aunque claro, la barra de Bullet Time irá
descendiendo (para aumentarla, simplemente habrá que matar enemigos de
forma… pues, normal), o bien podemos tirarnos por el aire, a cámara lenta, para
disparar a todo ser con armas de fuego, aunque hay que destacar que en esta
entrega diremos adiós a la cintura Shakira de Max, porque los
giros durante nuestra “caída lenta” serán más dinámicos y naturales. Pero
el uso del tiempo bala no finaliza aquí, porque cuando estemos a punto de pasar
a mejor vida (y siempre y cuando tengamos un analgésico), la pantalla se pondrá
de color gris y deberemos matar lo más rápido posible a un enemigo para
“resucitar”, viendo como las balas atraviesan su cuerpo y como todo se llena de
sangre.
Y es
que los detalles están muy cuidados en Max Payne 3, desde quedarnos
tumbados en el suelo si “resucitamos in extremis” hasta los elementos
destructibles del escenario, pues cristales, televisores… todo podrá ser
destruido a nuestro paso durante los tiroteos, pero a destacar sobre todo lo de
las ventanas rotas y demás, porque a cámara lenta queda bastante espectacular
disparar a un enemigo y que éste atraviese una cristalera para después caer por
la ventana. Espectacular, simplemente.
DE TRES EN
TRES, QUE SOLO TENGO DOS MANOS
A
continuación, un detalle al gusto del consumidor. Y es que en Max Payne 3, al
contrario que en los anteriores capítulos, sólo podremos llevar tres
armas, dos de “una mano” (es decir, pistolas, revolver,
Uzis…) y una grande, como metralletas, escopetas,
lanzacohetes… Claro, habrá usuarios que crean que esto es un defecto, pero
para mí es una gran virtud a favor del realismo. Porque, siendo claros, ¿dónde
guardaba Max tanta arma en el primero? Rompe totalmente con la intención
cinematográfica del juego, por lo que el hecho de llevar solo tres armas
(mezcladas, eso sí. Es decir, puedes usar a la vez un revolver y una pistola…)
dota de una “humanidad” al personaje bastante apropiada. Lo que no hubiera
estado mal son granadas, pero en fin, es un detalle casi sin importancia,
compensado con la gran variedad de armas sueltas por el escenario (además de
las doradas, que explicaré más adelante)
NO CONTENTO
CON DESTROZARLOS, AHORA INVESTIGAS
No todo es
pegar tiros en Max Payne 3, ni mucho menos, porque los enormes escenarios donde
el transcurre la acción (desde Favelas a aeropuertos y demás) esconden
numerosos secretos que encontrar. Hablo, principalmente, de
las piezas para armas doradas, que suelen ser tres en cada escenario. Una
vez encontradas las piezas, cada vez que cojamos por el escenario esa arma, nos
daremos cuenta de que ha cambiado a color dorado. ¿Finalidad? Pues oye, ni
idea. Supongo que hará más daño o tendrá más munición, pero entre tanto tiro yo
no me he dado cuenta de su “ventaja”. Aun así, se agradece, pues no todo será
matar a enemigos, y nos obligará a rastrear bien los escenarios.
Pero no es lo único que esconden los escenarios, porque en ellos también
podremos encontrar diferentes pistas, que aportaran datos al argumento, o
simplemente serán complementarios al propio juego, como poder encender un
televisor y ver una novela (Brasileña, claro), o encontrar a cierto
personaje secundario que suele aparecer en diversas fases.
En fin, no
solamente nos dedicaremos a matar a todo poseedor de armas de fuego y demás,
sino que podremos explorar los escenarios en busca de piezas para armas doradas
y pistas que completen la historia
CORRUPCION EN
BRASIL
El argumento
de Max Payne 3 está bastante cuidado, si bien no alcanza la complejidad y grado
de interés de las anteriores entregas. No desvelo nada del propio argumento,
pues habrá gente que no haya jugado a los anteriores y quiera empezar por éste,
aunque yo recomiendo personalmente que antes de empezar con Max Payne 3 os hayáis
acabado los dos anteriores, pues hay muchas referencias que sólo los seguidores de
la saga podrán entender.
Pero no
es el argumento el único detalle cuidado, pues el motor gráfico demuestra
que esta generación aun tiene mucho que decir. Dejando de lado el cambio físico
de Payne, Brasil está perfectamente recreada, con decenas de personas por las
Favelas, callejones oscuros donde los traficantes hacen de las suyas y
unos efectos de luces que quitan el hipo. Además, los modelados de
los personajes están excelentemente acabados, detalle que, unido a su cómoda
jugabilidad, hacen de Max Payne 3 un juego bien acabado y perfectamente cuidado.
Efectos como los de los cristales rotos, el impacto de las balas sobre los
enemigos, las muertes con el tiempo bala… todos esos detalles aportan cierto
aire cinematográfico a un guion ya de por sí cinéfilo, pues parece que estamos
en un capítulo de Corrupción en Miami.
Como último
detalle a analizar, el sonido en Max Payne es uno de los apartados más
destacables, pero también el más polémico. Y es que, al ser de Rockstars,
diremos adiós al mítico doblaje de los primeros Max Payne, porque las
voces están en un perfecto inglés, aunque, como es norma general en los
creadores de GTA, están muy bien localizados e interpretados. Claro, de tener
subtítulos en condiciones, no nos importaría (soy de los que prefiere voces
originales al doblaje español), pero nos perderemos muchas escenas por leer las
minúsculas letras…
MAX NO ES DE
USAR Y TIRAR
Respecto al
apartado final por analizar, es decir, la duración¸ decir que Max Payne 3
es juego bastante largo para el género al que pertenece, pues ronda las 13
horas. Su modo Historia, dividido en 14 capítulos, te enganchará y no
podrás nunca dejarlo a medias, deseando saber cómo acabará todo. Pero una vez
acabado el modo historia, quedan cosas por realizar todavía. Disponemos de
un modo de juego llamado Minuto a minuto en Nueva York, donde tendremos
que completar los capítulos con límite de tiempo. La gracia está en que matando
a los enemigos ganamos puntuación y nos dan más segundos, por lo que los
tiroteos se vuelven aún más divertidos, además de que al final se nos
compensara con una medalla según el tiempo final. Los piques por superar
nuestro record no tienen fin. Además, en este modo podemos elegir el
aspecto clásico de Max Payne, aunque, la verdad, no ha quedado muy bien…
En resumidas
cuentas, a un modo campaña ya de por sí largo, se une un modo arcade frenético
y un multijugador del que poco puedo decir, aunque según se comenta, esta
cuidado y es un intento por parte de Rockstars de entrar en el mundo online.
CONCLUSIONES
DESDE MI FAVELA…
En fin, que
como podéis ver, Max Payne 3 es más o menos lo que se esperaba, una perfecta
continuación de la saga, con tiroteos intensos y divertidos, un modo campaña
bastante largo con un argumento cuidado y entretenido que nos invita a seguir
jugando, además de escenarios variados y explorables 100% en busca de objetos
coleccionables y armas doradas. Todo se une a un doblaje en inglés magnífico,
empañado por unos subtítulos tamaño Pitufo y unas cinemática pasadas por
filtros confusos, como luces de neón y movimientos bruscos de cámara.
Defectos importantes que no gustan a nadie, pero que una vez te
acostumbras y compras unas gafas de triple cristal, apenas molestará.
En fin, hace un calor de muerte y llevo mucho escrito ya, así
que acabo afirmando que Max Payne 3 es uno de los mejores juegos de acción de
esta generación y que, aunque no aporte nada nuevo al género, puede competir de
tú a tú con los grandes del género. Todo esto, siempre, según mi humilde
opinión.
VEREDICTO: 4 / 5 >>> Gran Juego <<<
- Isra
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