jueves, 25 de septiembre de 2014

Review- Xenoblade Chronicles





Después de tantas suplicas, de recogidas de firmas en varios sitios web, de tantas iniciativas de tantos usuarios de Europa y E.E.U.U., Nintendo al fin decide que uno de los últimos JRPG de Wii salga de las fronteras niponas. Un servidor esperaba este juego como agua de mayo, mejor dicho, como agua de agosto, ya que llegaría en ese mismo mes. No parece una fecha muy idónea para sacar un juego, pero tras un verano de ‘sequia’ como es costumbre en el mundo de los videojuegos, los pocos lanzamientos destacables que hay en verano se suelen llevar la palma. La fecha de lanzamiento se adelantó una semana, y tengo que reconocer, que esperé al repartidor de los paquetes con impaciencia en la puerta de mi casa. La distribución fue malísima, no sé si Nintendo no apostó muy fuerte por este juego, pero el día de lanzamiento prácticamente se agotó en todas las tiendas españolas, y también en las conocidas tiendas online inglesas. Era una locura, y muchos creyeron que se quedarían sin él. Afortunadamente, Nintendo distribuyó una segunda remesa y aún se puede encontrar este juego si se mira bien. Por fin llegó la hora de que todo aquel que se considere un amante de los videojuegos, un gamer en toda regla, con especial atención a los fieles adictos de los juegos de rol japoneses, e incluso también quienes juegan de forma más casual a los videojuegos, que se quitaran todos los prejuicios videojueguiles de encima. Estamos ni más ni menos ante uno de los mejores jrpg de la generación. Y sí, nos llega exclusivamente en Wii. La consola que técnicamente es inferior a las sobremesas de Sony y Microsoft, la que algunos tildan de consola-casual, infantil y sin nada que ofrecer al hardcore-gamer. Dejad estos prejuicios en un cajón cerrado con llave, tirad esa llave a la basura, y disfrutad. Así es cuando llega el momento por fin, de sentarnos en el sofá ante nuestro televisor, abrir la carátula de Xenoblade Chronicles, meter el disco en la Wii y prepararnos para un viaje épico y fantástico a través de los increíbles mundos de Xenoblade Chronicles. Un viaje de placer jugón apto para todos los públicos, que gustará a los más hardcore del género, y enganchará a los menos experimentados en los juegos de rol japoneses.


Mientras lees esta review, me gustaría que hagas click en este enlace de youtube, con el tema principal de la OST del juego y la imagen de la pantalla del título, la observes un momento, la minimices y sigas leyendo mientras suena la música de fondo para introducirte en la fantasiosa atmósfera del juego de Monolith Soft. Es un recurso más para amenizar la lectura :-P



http://www.youtube.com/watch?v=Q9eY3FpfokM&feature=related

¿Qué puedes imaginar? ¿Qué te sugiere esa imagen y esa música? Observamos un paisaje recto, una planicie en la que ya ha crecido la hierba bastante como para bailar al son del viento, algún trozo de chatarra y en el centro una espada un tanto especial clavada en el suelo, Monado. En la música suena un piano al principio, unos acordes un tanto tristes y que luego acompañan otros instrumentos manteniendo esa sensación de que algo grande pasó, de nostalgia, de melancolía. En mi caso, dejé que mi mente se inventase una guerra, momentos épicos, personajes recordados por darlo todo por su causa, fantasía en estado puro, un paisaje devastado donde mucha gente murió, y en donde los siglos pasaron día tras día y sólo quedó Monado, en el centro de aquella batalla.


[…]



Y la vida surgió en Bionis y Mekhonis...


Como ya os han contado, la trama de Xenoblade Chronicles gira entorno a la lucha de dos antiguos dioses gigantes, Bionis y Mekhonis, que lucharon sin cuartel durante muchos siglos y que tras duros golpes, entraron en una especie de letargo para recuperarse algún día y continuar con su guerra. La vida afloró por todo el cuerpo de Bionis, y también por el de Mekhonis.


Aquí empieza nuestra historia, nos meteremos en el papel de Shulk, un joven estudioso y habilidoso de Colonia 9, su ciudad, y emprendemos un viaje que nos llevará por todo Bionis y Mekhonis en busca de la verdad, de la justicia, y en definitiva, de la felicidad. Poco más quiero desvelar de la trama, el principio del juego es bastante fuerte y no quiero que nadie se coma un spoiler por mi culpa. Xenoblade Chronicles logra contar una historia de principio a fin de una forma muy sencilla y brillante, en la que iremos descubriendo poco a poco todos los entresijos de la más que interesante trama, en la que ocurrirán grandes giros argumentales, momentos bastante épicos, y que nos tendrá enganchados durante toda su historia sin aburrirnos en ningún momento. El único fallo en este sentido, es que los que más experiencia tienen en estos juegos encontraran ciertos estereotipos del género, y habrá partes de la historia un tanto predecibles y sospechosas. Sin embargo, la forma en que Monolith Soft ha llevado la trama me parece la adecuada para todos los públicos en general. Mantiene un constante equilibrio entre las sorpresas, y lo que se deja entrever con las acciones y conversaciones de los personajes, para que especulemos e intuyamos lo que puede pasar.

El ritmo de los acontecimientos a veces llega a ser trepidante, parece que no hay descanso y te sorprenden una y otra vez sin parar. Hacia la mitad del juego, quizás por la costumbre, la cosa se calma un poco, existe algo más de relajación y es el momento que muchos aprovechan para perderse por los inmensos, bellos y mágicos parajes de Bionis. Eso sí, en la recta final del juego te puedes caer de la silla perfectamente. Nunca te lo esperarás, y no, esta vez no es todo un sueño de Antonio Resines. El juego concluye de forma excelente, y cierra la trama perfectamente de una forma inimaginable, es algo digno de ver, yo lo considero uno de los mejores ‘colofones’ finales de un juego que he visto en esta generación. Algo que me ha llamado la atención, es la reflexión ético-moral que me ha producido el juego mientras lo jugaba, y sobre todo tras acabarlo. Y es que, aunque Xenoblade Chronicles carece totalmente de cualquier toma de decisiones y la historia está absolutamente guiada sin ninguna posibilidad de variación, los hechos nos proponen una serie de juicios morales importantes y algunos paralelismos filosóficos identificables, siempre y cuando nos sintamos parte activa de la trama de Shulk.


Bien, supongo que en este punto a todo el mundo se le debería haber terminado la canción que puse antes. Para seguir vivenciando en la medida de lo posible, e intentar integrarnos al máximo en el ambiente de esta obra, escuchad esta canción mientras seguís leyendo. Se trata de una versión un tanto tribal, que se escucha por la noche en la pierna de Bionis y es una de mis favoritas:


http://www.youtube.com/watch?v=ftmSuJqbdx0&feature=related



Los personajes en Xenoblade Chronicles representan muchos valores fácilmente visibles, son carismáticos, pero podrían haber dado mucho más.


Me explico: como en cualquier j-rpg, partiremos nuestro viaje con nuestro personaje y si acaso con un par de acompañantes, y a medida que visitemos lugares y avance la historia, descubriremos nuevos personajes que se unirán a nuestra causa. Algunos son muy buenos en principio, y pierden fuelle al final, otros se mantienen en su línea, otros mejoran y maduran, y otros pese a aportar su toque al grupo, te puedes quedar con la sensación de que se podrían haber aprovechado muchísimo más en sus interrelaciones personales. El amor surge como en muchos jrpg, pero no se convierte en la piedra angular de las relaciones entre los personajes. Lástima, porque habría sido muy interesante, podría haber dado mucha “chicha” a sus historias, sobre todo si éste amor fuese más patente y tangible, y no tan noble. También es verdad que si se quiere, se puede indagar a modo de tareas secundarias en la historia personal de cada uno, y entender a la perfección su forma de ser, su personalidad y sus valores. Aquí mucha gente puede discrepar y lo acepto, porque la actuación que han tenido los personajes se puede interpretar desde muchos puntos de vista, y creo que muy poca gente habrá podido profundizar 100% en todos ellos.




Xenoblade Chronicles cumple de sobra con el objetivo de divertir, entretener, y de disfrutar con él.

Este apartado, el de la diversión, es quizás el más subjetivo de todos, ya que no todos disfrutan con estos juegos tan largos. Creo firmemente que cualquier persona que le gusten mínimamente los japanesse rol playing game, disfrutará como un enano con este juego.



En el ámbito jugable, tampoco falla, las mecánicas son sencillas e intuitivas.


El sistema de las batalla es bastante fácil en principio y no requiere de demasiada táctica hasta que te encuentras con los monstruos fuertes en cada momento del juego. Es un concepto derivado de los clásicos west rol playing game, y encontramos un parecido bastante razonable en juegos como Dragon Age: Origins. Es decir, tendremos unas habilidades exclusivas de cada personaje que irá aprendiendo con la experiencia obtenida durante el juego, que se podrán mejorar para hacerlas más fuertes, y que una vez usadas en la batalla, necesitarán cada una su propio tiempo para recargarse y poder usarse de nuevo. El comando atacar no existe, y el personaje lo hace automáticamente siempre que tenga el objetivo a su alcance. Tampoco existen las pociones curativas ni de ningún tipo, y será fundamental tener en tu equipo a un personaje capaz de curar a los tuyos. Profundizando en este sistema de combate, podemos convertirnos en auténticos hachas si lo queremos, y aprovechar las ventajas que nos dan los distintos golpes bien combinados con los golpes de los compañeros, así como saber aprovecharse de los distintos estados de ánimo por los que pueden pasar nuestros personajes en una batalla. Hay ataques que son más efectivos desde un lado, otros que son más efectivos por la espalda. Podemos atraer la atención del enemigo, o desviarla. Podemos aturdirle, derribarle y propinarle golpes más efectivos si los tenemos para los enemigos derribados. Al principio no parece que tenga demasiadas posibilidades, pero conforme avanzas en la historia, llegas a la parte final y te tienes que enfrentar a enemigos fuertes, te darás cuenta que si no piensas en cómo afrontar tus combates de forma acertada, acabaras muerto. Encadenar los movimientos de nuestros personajes será fundamental. Lo mismo pasa al utilizar Monado, la cual nos ofrecerá distintos poderes que nos serán prácticamente imprescindibles en muchas batallas. La parte negativa, digamos que es controlar sólo a un único personaje durante la batalla. Eso sí, puedes controlar como líder de tu grupo al personaje que tu prefieras, no hace falta que sea Shulk siempre. Y algo que viene bien, es que todos los personajes ganan experiencia, no se te quedaran descolgados los personajes que no utilices. En definitiva, el sistema de combate es muy dinámico, ágil y fácil a la vez que si se quiere se puede profundizar en él. En muchos juegos de este tipo uno acaba evitando los combates por aburrimiento, y en este en concreto nunca te importará pelear un poco más.


A no ser que seas un máquina leyendo, la canción de antes se debe estar acabando. Siguiendo con lo mismo, propongo que escuches la siguiente canción, la cual me transmite mucha ‘magia’:

http://www.youtube.com/watch?v=XLuHvi_WvZ8&feature=related


El árbol de mejora de nuestros personajes es muy simple.



Mejoraremos las ‘artes’ que aprendemos gastando puntos de nuestra experiencia ganados tras las batallas o tras descubrir nuevos lugares, y aparte, podremos fabricar unas gemas que engastadas en nuestras armas y armaduras nos subirán distintos parámetros o habilidades de los personajes. Los materiales para fabricar estas gemas, los sacaremos de unos nacimientos de éter que encontraremos en los escenarios, y también de los objetos que dejan caer nuestros enemigos una vez los dejemos k.o. Luego, existe otra rama de mejora de los personajes, que también mejora con unos puntos que se obtienen en las batallas. Son las afinimedallas. Estas te permiten enlazar a los personajes que utilices en combate para proporcionarles ventajas y habilidades recíprocamente. Además, si hacemos las misiones personales de cada personaje, descubriremos uno de sus valores ‘ocultos’ y se añadirá otra rama de afinimedallas más poderosas que las iniciales.




En cuanto al apartado técnico y artístico de Xenoblade Chronicles, se puede decir que luce bastante bien en general.



Estamos hablando de Wii, una consola limitada si la comparamos con las otras, y hay que reconocer el buen trabajo que ha hecho Monolith Soft. Esto no quita que muchas texturas sean muy mejorables, que el clipping sea el pan de cada día, y que un niño imaginario sentado a nuestro lado nos diga que en ocasiones ve popping. Gráficamente cumple, está por encima de la media, y artísticamente es sublime. Desde el diseño de los personajes al diseño de los escenarios que, simplemente, nos dejaran boquiabiertos. Nos invitan a explorar de “pe a pa” toda su extensión. Muchos de ellos son enormes y con varias rutas alternativas, cientos de objetos que recoger para nuestras misiones y para completar nuestra “colecciopedia” (una enciclopedia a la que añadir un objeto de cada de los que encontremos en la zona determinada, y que nos premiará con objetos muy valiosos) cuevas que explorar, lugares secretos que encontrar, y suelen esconder tesoros y monstruos fortísimos que nos esperan con los brazos bien abiertos. Además, la gente de Monolith Soft ha logrado crear una atmósfera que desprende una magia tremendamente inmersiva y diferente para cada lugar por el que pasamos. Cada vez que descubramos un nuevo lugar, nos quedaremos alucinados. Desde la verdosidad de la pierna de Bionis, hasta el misticismo del manglar de Satorul, la frondosidad de la selva de Magna, y muchos otros sitios tan impresionantes o más que no quiero desvelar. La OST de este juego, como imaginas, ayuda y mucho a crear estos ambientes tan mágicos y característicos de los buenos jrpg, es brillante. Está a la altura de las más grandes composiciones de esta generación, y muchas de ellas lograran generar sentimientos en nosotros. Además, acompañan perfectamente el ritmo de la historia, en momentos que se respira alegría las canciones sonarán más alegres, en otros momentos más tensos las canciones contribuirán a crear esa tensión, y los momentos tristes también los amenizarán de forma perfecta. En Xenoblade las horas pasan, y tras el día llega la noche, y en la música se nota en el cambio de ritmo, en que quizás se versionen de forma más tribal, más tranquila, las mismas canciones que suenan durante el día. Yo personalmente, me quito el sombrero. En cuanto al sonido de los efectos y las voces es más que correcto, de notable alto. No es que destaquen demasiado, pero el doblaje al inglés es bueno en general (con textos en castellano), entendible para un nivel medio de inglés, y por si fuera poco y para los más amantes de la cultura japonesa, podrán disfrutar del doblaje en japonés. Yo ni si quiera escuchado, el ansia que tenia de empezar esta aventura no me dejó ni mirar las opciones.

Sigo intentando que te sumerjas más en el fantástico mundo de Xenoblade, por eso ahora toca escuchar una alegre canción que al menos a mí, me transmite buenas vibraciones:


http://www.youtube.com/watch?v=opZ77KEyWug&feature=related


De tareas secundarias, precisamente, no andaremos cortos en ningún momento del juego.


Si la historia principal es súper absorbente, en principio las misiones secundarias parecen lo contrario. Tendremos decenas y decenas por realizar a cada paso que demos en el mundo de los dioses Bionis y Mekhonis. Pueden parecer monótonas, y lo son. Al menos las primeras que nos mandan sí. Mata a “x” monstruo, recoge o consigue “x” objeto. Estas son las que nos mandaran en principio, y lo que hará que mucha gente se eche hacia atrás y no investigue más. Lo bueno viene cuando ya hemos cumplido esas misiones un tanto de recaderos y nos manden misiones los personajes con nombres propios. Podremos profundizar entre las relaciones personales de la gente de cada poblado. Las misiones se convertirán en un “necesito que me traigas esto y aquello para que mi amigo Menganito pueda recuperar la alegría por su oficio”, por ejemplo. Lo harás, y luego verás cómo ese “Menganito” se sentirá feliz, trabajará de nuevo y te lo agradecerá eternamente.



Y es que, aquí viene un punto fortísimo del juego, el “Afinigrama”.


En cada poblado existen unos npc ‘anónimos’ y otros, como ya he dicho, con nombre y apellidos, con historia propia. Es decir, tendrán su pasado, su presente, y sus ideas de futuro, y todas las misiones que te manden, tendrán su justificación, su 'porqué' bien definido. Te darás cuenta de que Monolith Soft creó un mundo con vida propia para Xenoblade Chronicles, que aunque tú manejes a Shulk y seas el protagonista de la historia, que existen cientos de “personas” más con sus propias historias, quehaceres y preocupaciones. Cada npc singular, nos contará cosas de su vida, de sus pensamientos e inquietudes, de lo que quiere y no quiere… y no todos nos mandarán misiones. Con algunos sólo necesitaremos hablar y que nos cuente lo que deba decirnos, que le preocupa la actitud de su amiga por ejemplo. Luego al encontrarnos con su amiga… ya se sabe, podremos ir indagando en sus cosas cual Jordi González presentando la difunta “La Noria”. Conforme les ayudemos a relacionarse, resolvamos sus misiones personales, cambiaran de discurso y conoceremos más cosas del npc, la historia profundizará más y el concepto de la vida “viva” que hay en Xenoblade Chronicles tomará más sentido si cabe. Parece una tontería, pero no lo es. Descubrir la razón de ser de una comunidad de gente y con tantas culturas y visiones de la vida diferentes que hay en el juego, un ejercicio de sociología a grandes rasgos, comprenderlos y ayudarles en sus problemas, aporta un toque muy diferente a los jrpg y es la mar de gratificante y adictivo.


Hay otra cosa en este juego que te ayuda a conocer más a los personajes, esta vez a los principales. A lo largo y ancho de este mundo, existen lugares especiales y que dependiendo de la afinidad que logres crear entre ellos, podrás desbloquear y revivir unas conversaciones que tuvieron lugar cuando pasaste por ahí y que no enseñan durante la historia principal. Te enteras de muchas particularidades de tus personajes, que nunca imaginarias. Lamentablemente, cuesta bastante lograr la afinidad, y esto es algo que se completa en tu segunda partida.



Ahora ya sí, esta canción es la última que te hago escuchar, una versión de Colonia 6, más alegre. Cuando lo juegues, sabrás el por qué:



http://www.youtube.com/watch?v=yJHp1Ek_V-o&feature=related


El concepto de duración en Xenoblade Chronicles, toma otra dimensión.

Si te dedicas exclusivamente a la historia principal, el juego te puede durar entre las 40-50. Yo sin realizar todas las misiones secundarias posibles (me quedaron las de alto nivel) y pasando un poco bastante de uno de los pueblos, superé las 130 horas de juego, y conozco gente que está entre las 160-200 horas en su primera partida, intentando terminar todas las misiones secundarias y desbloquear todos los logros. Sí, he dicho logros, es curioso y aunque no nos den “G” ni trofeos de bronce o plata, existen los logros en Xenoblade Chronicles, lo cual se agradece.






Conclusiones finales:



Historia: 10. La trama es trepidante como pocas, da muchos giros de guión, se ven momentos muy épicos y un final casi perfecto.

Gráficos: 8. Texturas muy pobres y bastantes fallos gráficos. Aún así el nivel de los escenarios y algunas escenas rallan a gran nivel.

Sonido: 10. Una BSO increíble y muy adecuada al ritmo del juego, voces en inglés y en japonés bastante buenas.

Adicción: 9. La historia nos enganchará y una vez pasado el primer bache de las misiones secundarias, no podremos parar y siempre querremos saber más de las gentes de Bionis.

Duración: 10. Unas 50-60 horas para terminarte la historia principal sin ver nada más, sin apenas entrar en contacto con todas las posibilidades que ofrece el juego. Si no puede superar las 200 horas.


Total: 9,4. En conclusión, Xenoblade Chronicles llega a nuestras consolas para hacernos disfrutar de una historia de fantasía llena de momentos épicos que nos mantendrán bien enganchados al mando durante sus más de 50 horas de duración, como mínimo. Se convierte por méritos propios en uno de los mejores jrpg de la generación. ¿El mejor? La respuesta va a gustos y depende de cada uno, desde luego es uno de los mejores y más recomendables. Xenoblade Chronicles es un must have y un motivo más que convincente para comprar Wii, si aún no la tenemos.



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