AVISO IMPORTANTE: Para leer el siguiente artículo se requiere conexión permanente a Internet
Como mola Destiny, ¿verdad, muchachos? Seguro que algunos ya
tenéis a vuestro personaje por el nivel 148, estáis rehaciendo las misiones
secundarias y os proclamáis “Líderes de vuestra manada”. Ningún problema,
puesto que para eso está el videojuego, está claro, para echarle horas y horas
de diversión.
¿Yo? Ah, bueno, yo…lo he comprado, sí. Fui a la tienda de mi
barrio, abrí la cartera, saqué diez euros, le robé los cincuenta restantes al
niño de al lado que quería llevarse algo llamado “Call of Footing” o algo así
(seguro que era de Wii) y me llevé para casa mi flamante, deseado y maravilloso
Destiny. ¡A disfrutar se ha dicho…!
…O no. Al llegar a casa me viene mi señora esposa y me dice “Oye,
Cari, que tenemos que irnos este finde a la casa del campo, como prometiste”.
¡Rayos y centellas, NOOOOOO….! …O sí. Total, ¿qué más da? Lejos del ruido provocado
por la civilización industrial, acompañado de un aire limpio y un rejuvenecido
firmamento que no se verían atormentados por los tóxicos gases expulsados a
través de un oxidado tubo de escape modelo K-KF257 acoplado a un ruidoso Seat
Panda del noventa seis. Mi mujer, una casa vacía, y mi Destino. ¿Qué más podía
pedir para un fin de semana? Yo os diré qué me faltaba para alcanzar el cenit
placentero. INTERNET.
Si, amigos, lo que a priori sonaba el mejor plan del mundo
se vino abajo cuando me informé mejor de qué juego había comprado. Al leer las
instrucciones vi que en letras pequeñitas decía algo así como: Requiere conexión permanente a Internet.
I
Internet>>>>>>Casa en el campo. Incompatibles, lo más parecido a Internet en
aquella casa eran mis suegros, ya que él se encargaba de darme el pronóstico
del tiempo, los resultados de la Liga e historias de la Guerra Civil. Ella, en
cambio, era capaz de estar cuatro horas dando exclusivas sobre “La Campanario”,
que a mí me sonaba a Boss de Dark Souls.
Así pues, “No Wifi, No Party, Meeeeeen”
Y eso me ha llevado hasta aquí, hasta este momento. A
hacerme la pregunta de… ¿de verdad estamos llegando a estos extremos de
imposición al prójimo? El Señor dijo: Mi
Paz os dejo, mi Paz os doy, no mencionó en ningún momento el Wifi.
Suficiente es que de un tiempo a esta parte hemos tenido que ver con impotencia
como las compañías han ido implementando el Online en nuestras vidas, dejando
de lado momentos tan divertidos como la “pantalla dividida”. Yo antes iba a
casa de un amigo, nos reuníamos cinco o seis colegas y nos podíamos pasar
fácilmente toda la tarde y parte de la noche jugando todos juntos. Con mi
hermano pasaba los días enteros pasándome juegos con modo cooperativo,
multiplicando por dos la diversión.
¿Hoy? Hoy esto forma parte de la prehistoria, ya que está el
Online. Con una buena conexión a Internet puedes jugar en cooperativo con un alemán.
¿Quieres disfrutar el doble de Dead Island? SIN PROBLEMA, conéctate a la red y juega con otra persona
que esté conectada. ¿Vienen tus amigos a casa? Échate un Fifa, anda, porque no
tienes muchas opciones.
La llegada de la Red a los videojuegos ha hecho que incluso
muchos desarrolladores hagan todos los esfuerzos para ofrecer un modo Online
épico, divertido, apasionante…dejando para el resto un modo campaña triste,
corto, repetitivo. ¿Es esto justo? Por no hablar del tema de los Dlc`s, que daría para otro artículo
entero, pues nos toman como testeadores de sus juegos para luego subir parches,
actualizaciones, vendernos ampliaciones de la historia…todo eso si tienes
internet en tu casa.
Pero bueno, vale, lo acepto. Los videojuegos se han dividido
entre jugadores Online y Jugadores Solitarios, y las compañías hacen un doble
trabajo para ofrecer a esos dos tipos de jugadores distintas opciones. Como en mi
casa no hay Internet, no disfruto la expansión de The Last Of Us. Bueno, me
duele, pero lo acepto, al menos puedo jugar a lo que hay sin problemas. Pero
ahora hemos cruzado la línea, amigos.
Ahora vivimos tiempos de cambios, y esto tiene muy mala pinta
para los sectores menos agraciados de la sociedad contemporánea. Vamos, para
los pobres o menos adinerados. Y es que ya no hablo solo de que no en todas las
casas hay Internet, porque no hay que olvidar que esto es así, sino que no
todos tenemos la misma conexión. Es decir, si quiero jugar Online necesito la
red libre, que nadie esté viendo Series.ly o esté bajando alguna película DE
FORMA TOTALMENTE LEGAL Y LÍCITA. De
ser así, dejaría el Online para otro momento, y jugaría a la campaña. Pues nada,
hasta eso nos lo han quitado.
Ahora se nos EXIJE estar permanentemente conectados, juegues
o no juegues en Línea. Destiny, concretamente, ofrece la posibilidad de jugar
la campaña a solas, sin amigos ni desconocidos, lo que es un punto a su favor.
Pero te pide que estés permanentemente conectado, lo que es una imposición
sobre el jugador. Esto quiere decir que si, por ejemplo, me voy de vacaciones a
un lugar sin Internet, no puedo jugar a mi flamante videojuego. Necesito tener
una conexión para jugar a algo por lo que he pagado. Es como si compro un Pc
pero para encenderlo necesito estar conectado. Si quiero usar Word, conectado.
Si quiero ver una peli, conectado. Hoy en día, si no estás conectado, no eres
nadie.
Por eso escribo esta pequeña crítica. No para cambiar las
cosas, que parecen que van a empezar a ser así de forma inmediata. Solo para
que se sepa, que se sepa que no todos somos tan afortunados como para tener
Internet en cada rincón del hogar. Para dejar constancia de que está habiendo
una importante discriminación en los videojuegos con aquellos que, por unas
cosas u otras, no pueden conectar su consola a la red. Sea por dinero o sea
simplemente por distancia entre router y consola (que hay casos, ojo). Todo el
mundo está viendo el anuncio de Destiny por la tele, a todos se nos hace la
boca agua de ver esas imágenes y de imaginar esa aventura. Y al final del
anuncio, se dice: Para Vosotros,
Jugadores.
Pues no, amigos. Es para vosotros, Jugadores en Línea con
Conexión Permanente. Solo para vosotros, disfrutadlo.
Yo, voy a echarme un
Fifa
No hay comentarios:
Publicar un comentario