Seamos objetivos, intentemos medir lo intangible, y vendamos la idea de que tenemos razón. Al fin y al cabo, somos unos expertos en videojuegos, y eso nos da el derecho de decirte cuales te van a gustar a ti. La respuesta a todas tus preguntas sobre un juego la puedes encontrar en un número entre 20 y 99.
Vale, es una exageración. Pero es cierto que hemos llegado a darle demasiada importancia al numerito, hasta alcanzar niveles obsesivos y preocupantes. Y estamos tan sumamente arraigados a esa “necesidad” que incluso nos parece inadmisible que una crítica de un juego no venga acompañada de una cifra representativa. ¿Representativa de qué? Quizás en NexoGamer nos perdimos la clase en la que repartieron el manual de normativas de calidad y control con respecto a la evaluación objetiva del videojuego.
Pero lo peor es que hay lectores que se lo creen. Y creen tan ciegamente en la nota que determinado redactor le pone al juego, que ésta condicionará que el lector lo compre o, en los casos más extremistas, que hasta lo pruebe. Y aún hay otra cosa peor (o más absurda, según se mire) y es que muchos lectores y jugadores hasta intentarán rebatir la puntuación impuesta, dando como resultado oleadas y más oleadas de tontas y absurdas discusiones en foros sobre por qué este juego tiene un 91 en gráficos en lugar de un 93. Hemos visto usuarios realmente indignados porque el último Call of Duty ha recibido una puntuación elevada cuando “no la merece”, y también alguno que otro al que casi le da un soponcio al ver que Gears of War 3 recibía un 94 cuando merecía, al menos, un 95. Es grave.
Pero también es normal, porque vivimos en un mundo donde se puntúa todo. El cine no se ha librado de la tiranía crítica, ni siquiera los libros. ¿Cómo iban a librarse nuestros amados videojuegos?
Aunque lo parezca, en realidad no estamos en contra de las puntuaciones en sí mismas, pero sí de cómo se está haciendo en la mayoría de sitios. Para empezar, la sobrevalorada objetividad nos ciega. Si un pixel es azul y te decimos que es azul, estamos siendo objetivos. Pero si al terminar un videojuego, éste nos conmueve y te decimos que nos ha conmovido, estamos siendo subjetivos. No hay manera de saber si a ti te va a provocar las mismas sensaciones. Y por eso, decirte que es “conmovedor”, sin decirte por qué, es absolutamente inútil. La subjetividad es un tesoro que a menudo ignoramos o censuramos, cuando en realidad lo que deberíamos hacer es aprender a usarlo.
Luego está la fatídica cifra. Ésa que nos ha convertido en puntuadores compulsivos, y que nos ha convencido de que somos capaces de medir al milímetro cuánto nos gusta algo. Y es que en algunos medios tienen una capacidad de precisión que da miedo. No contentos con utilizar un sistema tradicional de puntuación de 0 a 10, hasta los hay que puntúan desde 0 hasta 100 (bueno, 99, porque el 100 parece intocable). E incluso otros, no contentos con dar una puntuación basada en una sola cifra, hasta se atreven a desglosar un abanico de apartados en los que se puntúan los distintos aspectos del juego de forma independiente. En este aspecto, el colmo de lo paradójico es que un 9 sobre 10 parece una nota más generosa que un 91 sobre 100. No nos preguntéis por qué. Bueno, sí, es porque ese 1 del 91 ya no significa nada, aunque intente aparentarlo. Admitámoslo, ese “1” tan quisquilloso sale de la axila del redactor, y no de un afinadísimo criterio. Sale de su sobaco. En cambio, el 9 sobre 10 impone respeto, es un número que no titubea ni una décima y se erige con firmeza. Parece estar tan seguro de sí mismo como el redactor que lo otorga a un juego.
Entonces, ¿qué intentamos en NexoGamer? Pues opinar, como tú. Pero claro, aunque parezca que estemos tachando de pecado la práctica de puntuar, lo cierto es que son las reglas del juego. Y casi todo el mundo espera algún dato que represente la calidad de aquello que se está analizando. Por eso hemos optado por un baremo mínimo, de 1 a 5, que nos permita valorar los juegos con la conciencia más o menos tranquila, y que a nuestro parecer le haga justicia al título en cuestión. Tal vez así las puntuaciones recobren la importancia que les toca, sin llegar a importar demasiado.
Si es verdad que los videojuegos son arte, y nosotros pensamos que así es, démosle el trato que merecen. Generemos todas las evaluaciones, críticas, análisis, valoraciones, discusiones y opiniones que queramos; pero, por favor, no lo reduzcamos todo a una puntuación. Este grupo te dirá si un juego nos ha gustado mucho, poco o nada; o, en los casos más extremos, si nos ha encantado. Pero, por encima de todo, este grupo te dirá por qué.
- Toni & Esli
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